lunes, 20 de junio de 2011

ESPIRAL





En torno a ti queda una nube de brisa de mar
Fresco y tímido recuerdo en gestación
Para ser un sueño húmedo al cerrar mis ojos
Solo basta invocarte en el silencio
Tras mis parpados la luz
Un telón se abre al dejar tu piel
Como una duna suave al rayo de luna
Como un verso dulce en tus labios te beso
Como en un espejo tu reflejo dejo de melancolía
Y canto en soledad de noche y de día
no me desampares con tu agridulce compañía
y en la hora de nuestra muerte
justo antes de nuestro amaramor
estaré esperandodesesperando
la próxima lunamarea
y vendrán tus memorias de eclipsesangre
de baños de marnocturnal
de viajes siempre sin meta
siempre de ida y vuelta
y en tu cuerpo un espiral
y….
abro los ojos
regresando al mundo que me vio nacer
y quiero seguir en el mapa de tu miel
continuar en la geografía de tu piel
y bajo de nuevo el telón de mis parpados
y allí estas
mujer
Eva
Hembra
flor
amor
caricia
luna
y sigues tendida como te deje
exhausta
bella
casa de puertas abiertas
y en tu cuerpo un espiral





lunes, 16 de mayo de 2011

Hermosa al natural



Desde que te conocí

Supe que no te olvidaría

En esta vida ni en la otra

Mis ojos se llenaron con tu hermosura

Y supe entender tu posición

Y tu meridiano

Se que del norte viene tu amante

De vez en vez

y te mantiene

te deja para que no te mueras de hambre

bueno….para que no te mueras

pues ya los pescadores no te dan lo que necesitas

te acostumbraste a las cosas buenas y a lo mejor

y a lo mejor te da pena volver a tus clientes de antes

además ya tu precio no es el mismo

te refinaste pues

tu precio ya es en dólares

y aunque eres muy bella

los que te conocieron hace años atrás dicen

que aun eras mas hermosa al natural

sin tantas cirugías y sin tanto maquillaje

además ahora tu vanidad

te hace creer de un falso linaje

no te permite recordar que hace apenas unos años

esos hombre que ahora despóticamente les dices pescadores

tapándote la nariz

fueron tu sustento

tus amores

tus sueños e ilusiones

esperabas con ansias que regresaran de mar adentro

para traerte sus frutos marinos

y tu los esperabas con los brazos abiertos y flores

y poco a poco fuiste dejándolos uno a uno

y cambiándolos por extranjeros nombres

ahora ya hasta ingles hablas

y cambiaste tu vestido de manta por uno de seda

y pues acá en esta vieja barra te estamos recordando

de las noches que fueron tantas

tan bellas y estrelladas

cuando cantábamos juntos

y tu reías a carcajadas

después de todos éramos solo eso

unos pescadores de amante oficio

y tu nuestra esperanza amada

ahora solo volteas a ver de donde viene tu sustento

si te da vergüenza

no llores

déjate ya de anglosajones nombres

que acá se te extraña.

lunes, 9 de mayo de 2011

Un pinche poeta




Quien dice que mis versos no llegan a poemas
quien dijo que son solo lindos pensamientos
quien lo afirma ?
quien tiene la autoridad o el juicio
el dictamen y veredicto
del abecedario los derechos reservados
de las vocales la propiedad intelectual
quien tiene de la palabra amor un certificado de propiedad
notariada y la tenencia pagada
quien compro las rimas
los versos y los fonemas
quien tiene el control de las palabras bellas
y el permiso de las horrendas palabras
de las comas, de los puntos y de las putas palabras
de la melancolia
de la soledad, de la Maria
quien tiene la medida, el peso, el centimetro
de la regla poetica
quien jura y perjura que esto no es un pinche poema
que me lo diga

Takito





Te fuiste cuando menos te queria
puntual ni un segundo antes
y aunque fue tragica tu despedida
no le di gracias a la muerte
ni por dentro senti alegria
simplemente te moriste
inesperadamente oportuno
como todos nos moriremos un dia
y debo ser sincero
asi quisiera me lloraran a mi
como te despidieron a ti
con llanto fuerte
con lagrimas amargas en la garganta
con mocos embarrados
con sangre en la camisa
con drama en medio de la calle
para que todos se enteraran
con bulla
con morbo
con mitote
dolor
gritos alaridos
con pesar
en shock
con temblor
con tragedia
Pinche Takito....NO REGRESES

domingo, 20 de marzo de 2011

Confesionario III

 Curricaneo
Entre las memorias agridulces de mi niñez tengo algunas frescas y claramente vividas como si pudiera tocarlas, verlas, y respirarlas aun después de tres décadas, son vigentemente nuevas solo con cerrar mis ojos.

Uno de esos recuerdos con mi padre son las tardes de pesca, casi todos los días, mejor dicho todos los días cada uno de ellos, tomábamos la bolsa tejida de nylon llena de carretes de cuerdas de pesca, dedales de cuero, botecitos con plomada, guantes y muchos anzuelos de todos tamaños, que eran nuestras herramientas para el arduo trabajo de la pesca a mano, y aclaro a mano, porque no usábamos caña de pescar que eso era demasiado lujo, demasiado caro para nuestra economía, además que era el único empleo que mi padre tenia, y el mar le daba gustosa su fruto, y  así rumbo al cascajal que era el punto ya frecuentado por años a la misma hora, 5 y media o seis de la tarde, para ver a mi padre lanzar una y otra vez ese pececito artificial que el mismo confeccionaba con un palo de escoba perfectamente tallado como un pez, pintado con pintura de las uñas, y unos pequeños anzuelitos que fungían como carnada, así el pez grande se come al chico, seguro un pez grande buscaba el bocado de esa tarde al ponerse el sol, sin saber que seria el platillo de un restaurante chino, que era donde nos compraban el producto de nuestro esfuerzo, y digo nuestro producto porque me tocaba hacer parte del trabajo de pesca que después narrare con detallada descripción.

Así al ponerse el sol, sobre esa playa llena de piedras de cascajo pulidas por la erosión de las olas, que daban el nombre a la playa que nosotros mismos habíamos bautizado como el ¨cascajal¨ por todo tipo de piedras miles, millones creo yo, encontraba un sin fin de pequeños y extraños objetos que el mar desechaba, desde objetos de pesca, huesos de peces que nunca podría descifrar de que especie serian, además de otras figuras que nunca pude reconocer, por ser un niño como de 8 años, con una imaginación que contagiaba, podría haber jurado que eran huesos de ballena o hasta sirenas, así que en ese lugar tan recóndito porque teníamos que bajar una pendiente bastante peligrosa por unas vereditas que remataban en un precipicio con olas furiosas que después estrellaban sobre los riscos, allí abajo nadie se atrevía a bajar era bastante arriesgado, bajar escalando, pero subir con un pez de 10 o 12 kilos lo era mucho mas.

Las horas de la puesta de sol eran hermosas, los colores que pintaba el cielo, ese lugar tan exclusivo, tan salvaje, donde las olas explotaban con toda su fuerza sobre rocas milenarias que igual fuertes soportaban todos sus embates, y la brisa del mar que refrescaban la tarde con un perfume a sal de mar me llenaba de orgullo por mi espíritu aventurero, además por tanta belleza natural, mi ciudad natal, y mi paraíso privado además de sentirme protegido por mi padre ese hombre que podía ser fácilmente un hombre para amarse y aprenderle y también un hombre fácil de rechazar y odiarse, tenia esa cualidad de ser extremoso, pero al verle experto en la materia de la pesca y conquistarla con un bello ejemplar, grande, carnoso y fácilmente comercial sabia que era un hombre para enorgullecerse de el.

Así que esa noche esperábamos una luna llena y el tenia la seguridad que seria una buena noche de pesca y que no solo tomaríamos del mar una bella curvina de 12 kilos sino que traeríamos dos o tres grandes ejemplares, y yo lo creía, tenia un sentido agudo en cuanto a mareas se refiere, a lunas llenas y menguantes, aguas turbias, olas bravas, mareas rojas, aguas picadas, vientos alevosos y cosas de alta marina, que yo aprendí solo en teoría, así que esa noche la luna era grande, plateada y esplendorosa que bañaba todo el océano frente a mis ojos, era gigantesca o eso me parecía después que mi padre me dijo que era luna grande, así que el convencido de ser buena noche yo lo creí sin dudarlo dos veces, el lanzo su curricán, o rápala así se le llama al pececito artificial, y una vez tras vez yo lo vi optimista y después tomo el curricán mas grande, entre mas grande, esperas un pez mas grande para sacar, y cambio de cuerda, escogió la mas gruesa eso quería decir que estaba sacando su artillería pesada, mi único trabajo era tener en mi mano un palo largo en mis manos con un garfio para ayudarle a sacar al pez que por pesado podría romper la cuerda ese era mi trabajo además de cuidar al pez una vez afuera para que de los saltos no cayera otra vez al mar, después lo mas difícil ayudar a mi padre subirlo por esa montaña que ahora entiendo que eran como unos 80 metros o mas de subida en zigzag, entre riscos, un caminito que pasaba por pequeñas grietas donde anidaban murciélagos que al pasar salían en estampida, en esa parte deberías estar alerta para no perder el equilibrio y caer sin remedio.

Volviendo a la jornada de esa noche que prometía ser grandiosa, las olas daban su batalla, se alzaban  mas grandes que de costumbre y una tras otra reventaban contra las piedras, donde parado mi padre hacia su trabajo, su trabajo no era fácil pero en sus ojos brillaba una chispa de coraje y excitada emoción optimista yo sentado detrás de el como a unos dos metros sobre una roca grande miraba el repetido movimiento de lanzar el sintético pececito y jalar haciendo movimientos  con su mano para que el inanimado pececito fuera posible carnada de un hambriento y feroz pez curvina, y así después de llegar  y lanzar el señuelo por décima vez sintió en sus manos la fuerza de un pez grande, muy grande dijo el, al no usar caña, solo el pulso y su experiencia allí es donde radica la estrategia del ¨curricaneo¨ jalar para acercar al pez y al ver que la fuerza del pez es tal, tendrás que soltar cuerda todo lo suficiente que sea necesario para que el pez pueda de nuevo venirse a la orilla así entre dar cuerda y jalarla se lleva una lucha de vida o muerte, muchos factores pueden estar a favor del pez, una corriente, una ola, una cueva para meterse, o simplemente el pescador tensando la cuerda puede romperse, o simplemente equipo inadecuado o viejo puede hacer que el pez pueda seguir su vida sin ser un platillo sobre la mesa.
La lucha seguía yo veía que era efectivamente grande y mi padre sabia que el peso del pez no correspondía al de su cuerda así que prefirió bajarse del la roca para hacerle frente al salir…pero fue muy tarde el pez fue mas grande y fuerte y rompió la cuerda.
El con un coraje y diciendo maldiciones se regreso mojado y obviamente con la adrenalina al tope, preparando de nuevo su nueva carnada, sabiendo de antemano que ese espécimen estaría hambriento y regresaría por mas, - esta será una gran noche-…dijo entre dientes mientras se forzaba la cuerdas para probar de nuevo su resistencia y que no pasara lo mismo, así que se dio la vuelta y se dirigió al horizonte con nuevos bríos y ganas de que el gran pez tomara de nuevo su carnada y lanzo lejos, muy lejos el nuevo pez pintado con pintura rosa de las uñas robado de la cajita de cosméticos de mi madre, la verdad fue que esa noche fue mágica, la recuerdo como si hubiera sido la noche de anoche, las olas estaban enojadas, grandes y violentas, mi padre con una emoción que no podía ocultar, después del primer intento salio una curvina pequeña como de unos 6 kilos era obvio que no era la anterior, la saco sin mucho entusiasmo, quería a la primera que había mostrado su fuerza y su poder, me aventó esta curvina que para mi era enorme y la puse en un lugar que hacia una lagunita natural y allí las cuidaba para que con los saltos no se me escapara y la cuidaba picándole los ojos o poniéndole un palo en el hocico para que lo mordiera, de repente lo escucho a lo lejos – esta si es – y corrí a tomar el palo garfio que era indispensable para subirla sin que se rompiera la cuerda, el estaba contento maldiciendo, de esas maldiciones que son solo de gusto, el combinaba muy bien las malas palabras, así que corría de un lugar a otro, sabia que era la misma, sentía el mismo peso en el pulso de sus manos, y yo veía que la cuerda corría rápido de un lugar a otro hacia el fondo oscuro del mar y vi como en sus manos el guate que usaba para que no le cortara la cuerda la mano, ya había llegado a su carne y había cortado irremediablemente, el guate de cuero y se llenaba de sangre y le dije…-Tienes sangre en la mano-, me dijo ya se, pero sus ojos estaban fijos en la cuerda tensa que ya se perdía en las aguas profundas del mar, no se si le dolía la herida, pero a mi si me dolió, veía mucha sangre que corría por su brazo, como a unos 8 metros vi la cola del pez si era grande, muy grande creo que era como una ballenita, y venia directo a nosotros, el la vio y se lleno mas de una adrenalina que le llenaba sus grandes ojos saltones que eran muy característicos de el, parecía que le crecían mas los ojos, o se le saltaban mas, y otra maldición mas en volumen aun mas alto, esta si llevaba coraje y frustración,….se encuevo – esto significaba que el pez aun, no pescado, podría quedarse allí una hora, dos, un día completo, antes de salirse del atolladero, sabia que estaba aun sujeto por la cuerda lo sentía, pero estaba atorado, la estrategia es esperar, esperar que se canse el pez, dejarlo que se rinda, o quizás morirse antes que salga de la cueva.
Mi padre sin dejar de tensar la cuerda me habla y me deja la cuerda entre los dedos y me dice.. tómala, no la sueltes nada- …pude sentir el movimiento del pez cada movimiento, cada coletazo y su desesperación por zafarse del anzuelo que lo lastimaba, lo sentía como si fueran las ultimas pulsadas de su desesperado corazón, después de encender un cigarrillo delicado, y sujetarse un trapo sobre su herida tomo la cuerda que ya empezaba a dar señales de querer salir del agujero, así que después de dar un movimiento salio y empezó de nuevo el jaloneo, que mejor dicho en el argot marino se dice ¨Curricanear¨ …darle cuerda al pez al sentirse tenso y jalarlo cuando el pez afloja, el curricaneo es una técnica, que después seria aplicado en otros menesteres de mi vida.
Después de unos minutos de curricanear el gran pez asoma su cabeza que para mi era enorme yo la esperaba con el garfio afilado y atinadamente puse el garfio justo en las agallas para darle menos tensión a las cuerdas y no se reventaran lo saque como ya sabia y vimos salir un pez, ahora pescado, vigoroso y nervioso daba coletazos fuertes, y con destreza mi padre lo sujeta para subirlo y yo sin soltar el garfio lo levantamos era enorme y de color grisáceo brillante, grande como casi metro y medio, pesado y con un gran hocico que parecía molesto, mi padre busco otras heridas que no fueran recientes para saber si era el mismo que le había robado el primer curricán y no encontró rastros de ser el mismo, así que se dio a la tarea de prepararse de nuevo para ir a la batalla, sabia que el otro seguía por allí en algún lugar del mar merodeando.
Después de treinta minutos de lanzar su currican no tubo rastros de vida, y las olas estaban cada vez mas altas, y mas bravas, así que allí juntos, mi padre y yo soportábamos las furiosas olas que parecían entender que le robaban la vida en cada una de sus especies marinas que mi padre pescaba, y la marea seguía subiendo y el ruido de las olas era cada vez mas estruendosa con el impacto de los riscos, además oscurecía y nos faltaba la subida de la montaña rocosa con dos pescados grandes y pesados, después de llegar a la cima, estaba un especie de mirador para los enamorados que entre el sonido del mar, la luna plateada de frente pintando el océano abierto, y el sonido de los besos, algunos enamorados y otros mirones y turistas seguían nuestros pasos, además de la puesta de sol y luna, vieron la tarea diaria de un padre e hijo buscando el sustento de cada día abajo en las filosas rocas, llegando al tope con las dos curvinas la primera muerta y la segunda aun aleteando, pudimos recibir una gran ovación de aplausos, que de seguro habían seguido cada uno de nuestra hazaña desde sacarlas y subirlas por la montaña no se por cual de las dos hazañas nos aplaudieron mas, la de pescarlos o escalar las montaña, pero bueno fue gratificante, incluso algunos gringos o canadienses sepa la bola que son iguales para mi, se tomaron fotos con nosotros y los trofeos, mi padre vendió el fruto del mar a muy buen precio y yo aprendí el arte de curricaneo, donde solo daría cuerda cuando el amor lo demandara.

sábado, 26 de febrero de 2011

Aqui estoy

 
Este es un tema letra y musica de Jesse Gerardo

Aquí estoy
Pidiendole a la soledad que no me deje mas
Que es lo unico que tengo ya

Aquí estoy
Con una soledad que parecen tres
Que parece un mar que parece un cielo azul
Lleno rebosante de inmensidad…….yo


Aquí estoy
Cantandole a la soledad enamorandole
Con mi guitarra….. diciendole
Poemas versos besos con rima …
ton y son, son son de corazón, son de corazón

Pero dime donde estas
Que pisaran tus pies desnudos
Dime donde estas
Que paisajes miran tus ojos
Dime donde estas
Que sabor guardan tus labios
Pero dime donde estas…dime…. si volveras, dime si volveras…..
Dime si volveras

miércoles, 23 de febrero de 2011

Maldicion

Esta noche mi alma vieja y sedienta

Busca por cada recóndito posible lugar

Un bello deposito con aires de prospecta

donde mi corazón cansado de pulsar pueda descansar

Como errante, maldito vagabundo

Deambulo sin paz ni tiempo seguro

Sabiendo que es corto mi tiempo en este mundo

El cielo me aplasta inmenso y pesado con un muro

Mi alma y corazón tiene arrugas tiene grietas

De viejas guerras cicatrices que aun lastiman

De pensarlo vivo de nuevo y quedan expuestas

mis carnes esperando nuevos amores que lo expriman

esto es el amor dijo el poeta

abrir el corazón y darlo sin temor o miedo alguno

que venga otra alma sedienta y de sorbo a sorbo se lo beba

y morir en seco sin sangre y feliz de no ser ayuno

esta es una milenaria maldicion de un vampiro

amar en vida para morirte poco a poco

o que te amen para que vivas en la eternidad un suspiro

hoy no me llaman vampiro… me dicen loco

martes, 22 de febrero de 2011

Confesionario Parte II

¨Yiyo¨ era un niño de apariencia frágil, blanco, flaco, pero muy fuerte y de ojos de color aceitunados, con una mirada vergonzosa, con su pelo enmarañado y siempre mostraba en su sonrisa unos dientes grandes, amarillos de donde venia su apodo me imagino yo que por ¨Topo Yiyo¨.

Vivía a un lado de mi casa que era una vecindad, era como todos los niños travieso, juguetón, inquieto, pero lo que le faltaba era el tiempo para desarrollar estas actividades, tenia tres hermanos y ellos le quitaba todo el tiempo libre para jugar.

Su hermanito menor de tan solo unos meses de nacido, en cambiarle los pañales que no eran desechables, lavárselos y hacerle las mamilas, su hermanita que le seguía de dos años, y el otro niño mas grandecito de 6, Yiyo solo tenia 10.

Su madre una mujer de la calle, una Puta pues para que la posicionen en el lugar que debe ir, no era una mujer, madre cualquiera, no, ella era un puta de tiempo completo, pues para sus hijos no tenia tiempo, estaba dedicada de lleno a su profesión que tanto le habia dado, 4 hijos de diferentes padres que creo que ni ella supo de cuales padres eran, estaba un poco confundida.

Yiyo se levantaba a prepararse para ir a la escuela y dejaba casi todo listo para que su hermanito de 6 años no tuviera ningún tipo de problema en su ausencia ni con su hermanito de meses, ni con la bebita de 2 años, así que dando instrucciones casi siempre yo lo esperaba en la puerta de su casa para irnos a la escuela, ya había echo el desayuno, y había dejado casi todo listo para que sus hermanitos estuvieran mas o menos bien.

La vida pintaba bien para mi, mi madre amorosa me preparaba mi desayuno, mi comida, mi padre salía a trabajar, mi casa estaba aseada cuando regresaba de la escuela, mi hermanita limpia y sonriente al llegar, parecíamos una familia feliz, pero al ver la vida de mi amiguito y vecino, no podía serlo de todo, me dolía verlo ir a la escuela con sus chanclas de plastico de baño, sus pantalones roídos en el homenaje del lunes, su mirada de pena, era una mirada de vergüenza, nunca la podré olvidar, yo hacia como que no la veía, ignoraba sus ojos que me miraban, desentendía sus vergüenzas y siempre le decía que lo admiraba por su coraje de salir adelante a pesar de todas las adversidades.

Un fin de semana recuerdo no se si sábado o domingo hace tantos años ya, que contarlos ya me cansa, yo solo recuerdo que era de su edad, cursábamos 3er año de primaria, así que en el patio que compartíamos las casa de la vecindad jugábamos pero siempre estaba haciendo algo, barriendo, lavando pañales, esa vez lavaba trastes mientras jugábamos, así que de lejos vimos que venia su madre con ese atuendo característico de los comerciantes que tienen que enseñar para vender la mercancía,

Ella vendía cuerpo, su pelo mal pintado con tinte barato, sus zapatillas altas que le hacen ver las piernas mas torneadas, su cuerpo ya muy traqueteado por tantos años en el ¨bussines¨ de la venta de carne, pero sobre todo ese maquillaje excesivo para cubrir todas las desveladas no cubrían esos ojos enrojecidos por el alcohol y los vicios que se pegan en esas cantinas de mala muerte, aun bajo los efectos del etílico llego maldiciendo a quien se le atravesara en su camino ya la conocían en la vecindad de violenta y buena para los trancazos, Yiyo nervioso conociendo perfectamente la actitud de su mama, después de tres días de no pisar su casa sabia que buscaría cualquier pretexto para darle una buena tunda, pero el tenia la casa casi impecable y había hecho arroz rojo con una latita de chíncharos, según el tenia todo bajo control, había cambiado a su hermanito y estaba en mas o menos buenas condiciones aparentemente, si no fuera por un moco embarrado en su cachete, todo lo demás estaba en su lugar, solo le faltaba lavar algunos trastos, aun así el tenia una sonrisa nerviosa pues sabia que ella buscaría cualquier pretexto para arremeter con golpes y justificar su culpabilidad con unos hijos infames y ingratos que no valoran el gran sacrificio que ella hace trabajando de sol a sol para darles un sustento digno.

Los niños felices de verla corren a sus brazos pobres e inocentes, la mirada de ella es de fría indiferencia y hartazgo además de una desvelada que se notaban en sus enrojecidos ojos que hacían juego con unos chapetes mal pintados, Yiyo se despidió con esa mirada característica de vergüenza-pena, y entro tras de ella a su pobre casita, allí el dio santo y seña de todo lo que paso en esos tres días de la ausencia de la madre, y ella sacaba unos pesos y billetes y se tiraba en la cama boca arriba mientras el le quitaba las zapatillas y las medias mientras el seguía con una retahíla de cosas y eventos que ella con los ojos cerrados preguntaba y balbuceaba, la ultima indicación que le dio fue que la despertara en dos horas.

El saco a sus hermanitos para que no la despertaran y la dejaran descansar de su trabajo tan pesado de tres dias ininterrumpidos, y termino de lavar la loza, y que su mama viera que era un digno representante de ser su hijo, un hermano ejemplar, además de hombre de negocios ya que vendía donas que el mismo cocinaba.

Puntual a los dos horas Yiyo entro a despertar a su mama para que volviera a su trabajo, ella se levanto Yiyo ya había puesto a calentarle agua para que se bañara en una olla grande, y le tenia un plato de arroz por si quería comer, además de algunas opciones de ropa para que ella escogiera, ella mal humorada, no le gustaron esas prendas y buscaba otra especifica que ella encontró sucia, en una bolsa de plástico, y fue tanta su rabia que era justo el pretexto que ella necesitaba para reclamarle a su hijo que era un pendejo, un inútil, un bueno para nada, un idiota y retrasado, porque no le había lavado el vestido verde que tanto le gusta y que quería ponerse en ese día, le dio dos certeras cachetadas además de jalarle los cabellos y darle con el palo de la escoba una buena tanda creo que fueron como 8 palazos,

En una hora después salio como siempre molesta por tener unos hijos mal agradecidos y rezongando con todos en su camino, unas vecinas estaba afuera y entre miradas se quedaron serias al pasar la mujer de la calle…. qué me ves tu pinche vieja cornuda, si vieras a tu pinche marido rogándome para que le de un beso allá en la cantina, vieja panzona¨….y nadie dijo nada, calladas se vieron entre ellas, y luego se preguntaron….¨a quien le dijo oye? ¨….Pos no se tu…Pos quien sabe? ¨……

Así se fue taconeando por el callejón, dejando oír el chasquido de su tacón pelado, donde la punta metálica de su zapatilla dejaba solo el sonido chispeante de sus pasos tristes.

Al rato salio mi amigo pintando una vez mas, su ya típica mirada vergonzosa, a sacar a sus hermanos al patio ya que su cuarto que era su casa no tenia ni ventana por donde entrara un vientesito alegre y su casa solo pintaba pobreza y soledad.

Yo queriendo ocultar su tristeza le dije que ya empezaba el Chavo del Ocho que se vinieran a mi casa que era la única en la vecindad que tenia Televisión asi que todos alrededor éramos como 7 niños se venían a ver la serie cuando no estaba mi papa porque no le gustaba que entraran a mi casa, pero mi madre si, ella siempre me apoyaba en mis juegos y mis ocurrencias, así ella también se ponía con nosotros a ver el Chavo del Ocho no comentadote nada de sus golpes que eran visibles, ni de los gritos de histeria de su mama que eran claramente escuchados en mi casa, así que ocultando el episodio anterior nos dispusimos a ver la televisión y el nunca pudo ocultar su mirada de vergüenza.

Un día que mi padre llego de uno des sus viajes de ¨fayuquero¨, esos que compran cosas en las fronteras para revenderlas en el sur, pues no se donde andaba el diablo que me trajo un Levis de esos caros originales le decían en el sur, así que para pronto me los probé, además de unas camisetas de moda ¨Op¨, y unos Converse de color verde que la verdad era un ajuar muy ¨In¨ muy a la moda pues, así que yo feliz me probé todas mis nuevo ajuar, pero después recordé a mi amigo Yiyo no tenia ni zapatos y le pregunte a mi papa que si podía regalarle mis zapatos viejitos y me dijo claro que no, esos los usas para jugar, y pobre de ti que le des algo de lo que te regalo con tanto esfuerzo….así que después de eso guarde mi nuevo cambio y no encontré un momento para usarlos sin que mi amigo no pudiera verlo, a mi me gustaba estar con el y salir vestido de moda cuando el no tenia ni zapatos viejos, era un insulto, no los use por un buen tiempo, mi padre me regaño y amenazo con quitármelos sin no los usaba.

Un día de tantos estaba Yiyo muy preocupado tenia mas de 6 días que la madre no había llegado y ya no tenia dinero para comprar leche para su hermanito, ni para comida, y pues hacer donas para vender era la solución para resolver la economía cuando la mama se perdía por tiempo indefinido, que era muy seguido por cierto, pedía fiado los ingredientes en la tienda de la esquina que se llamaba ¨Las quince Letras¨, que el en lo personal tenia muy buen crédito, la madre no, así que el era un niño muy bien visto, educado, y muy atento, nunca fue juzgado mal por nadie en el barrio por ser hijo de la majadera y prostituta de la madre, siempre Yiyo era el ejemplo de todos los niños de la Vecindad y del barrio y de la cuadra que ya corría el rumor del niño ejemplo que vendía donas, así que después de amasar, y formar los círculos sobre una sabana que el tendía sobre la cama ya que la mesa era pequeña para hacer todo el tendedero, me encantaba ayudarle y aprender de ese niño panadero, después freírlas sobre aceite hirviendo azucararlas y después echarlas en una olla tapadas con una bolsa de plástico, salíamos a venderlas por la calle, yo estaba orgulloso de ser amigo de Yiyo….. Donas, Dooooonas…..Donas….Donas.